"CUENTO
DE DON CARNAL Y DOÑA CUARESMA"
Como
todos sabéis, estamos en Carnaval, todo es fiesta y diversión
pero... ¿por qué lo celebramos, alguien lo sabe? Os contaré una
historia, escuchad:
Hace
mucho, mucho tiempo, en un lejano pueblo gobernaba don Carnal, el rey
del Carnaval. Todos los años, por estas fechas, aparecía disfrazado
y permitía a todo el mundo divertirse de la manera que cada uno
quisiese.
Y
todos, como si estuviesen embrujados,lo hacían. Unos pasaban días y
noches bailando, otros aprovechaban para disfrazarse y cometer
fechorías ocultos tras sus mascaras, algunos hacían batallas de
naranjas, tomates y huevos, y había quienes comían y comían sin
parar, también les daba por gastar bromas pesadas a los demás...Como
veis, lo que iba a ser algo divertido, acabó convirtiéndose en algo
desordenado y peligroso.
Todo
este jaleo no gustaba nada a Doña Cuaresma, que era una vieja de
siete piernas, poco comedora y nada amiga de tanta fiesta.
Ella
siempre lo advertía: “Esto no es bueno, se desperdicia mucha
comida, las bromas son muy peligrosas, se cometen muchos robos... Hay
que parar todo esto o va a ocurrir alguna desgracia”. Don Carnal no
hacía caso alguno:
“¡Bah!,
eres una vieja sosa, aburrida y envidiosa. ¡Vete a tu casa a comer
tu bacalao y deja nos divertirnos!”.
En
vista de que Don Carnal no le hacía ni caso y temerosa de que algo
grave ocurriese, Doña Cuaresma decidió luchar contra el reinado de
Don Carnal a su manera. Mientras él trataba de llevarse a la gente
de fiesta y les animaba a cometer maldades: robar chuches, correr por
los pasillos, jugar al balón en las casas, pellizcar a los amigos,
tirar papeles de todos los colores a la calle, hacer grandes
banquetes y comilonas tirando a la basura lo que sobraba, cantar en
la biblioteca...
Ella
intentaba deshacer el embrujo, convencerles que aquello no era bueno,
había que tranquilizarse. Muchos días estuvo Doña Cuaresma
intentando que la gente lo entendiese, porque, atraídos por tanta
diversión, se dejaban llevar por Don Carnal.
Pero
poco a poco, quizás cansados ya de tanta fiesta, los habitantes del
pueblo se fueron poniendo del lado de Doña Cuaresma, hasta que no
quedó nadie que siguiese a Don Carnal, que se encontró sólo y
aburrido.
Cuando
todos se dieron cuenta de los destrozos, la suciedad y los robos que
se habían cometido, declararon a Don Carnal culpable de todo ello y
le impusieron un castigo: sólo podría comer espinas de pescado y
espinacas durante los cuarenta días que durase el reinado de Doña
Cuaresma. Durante esos cuarenta días,como habían desperdiciado
tanta comida, tendrían que comer sopas con aceite, agua y verduras y
sólo los domingos podrían comer pescado, y es por ello que Y para
poner fin al reinado de Don Carnal, celebraron el “Entierro de la
sardina”, con la sardina enterraron las maldades cometidas y
comenzaron una nueva vida en la que tendrían que recuperarse de
tanta diversión inconsciente y arreglar los destrozos producidos,
aprendiendo a convivir y divertirse en paz.
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